La telefonía móvil, al alcance de cualquier europeo. (Foto:Bah Humbug)
El Defensor del Menor en Madrid alertó del uso adictivo del móvil entre los adolescentes en una encuesta elaborada entre 2004 y 2005. El estudio advierte que el 38% de los jóvenes encuestados entre 11 y 17 años desarrolla reacciones adversas al verse obligado a privarse del móvil, y que el 37% de estos menores necesita conectarse con frecuencia a las nuevas tecnologías.
La actitud compulsiva frente al móvil puede ser resultado de la rápida y eufórica penetración de las tecnologías en España. Desde 1999, fecha en la que se registra la gran explosión de este dispositivo, los españoles lo han acogido de forma casi desmedida.
Tanto es así, que el 91,8% de la población española dispone –al menos- de un teléfono móvil, según eEspaña 2006 de la Fundación France Telecom España. La adopción del móvil fue tan rápida que no previeron las posibles consecuencias que podría tener su uso incontrolado en la adolescencia, la etapa de aprendizaje en la que se conforma la personalidad.
Los más jóvenes ya no conciben su vida sin teléfono móvil (Foto: Ifocos Photos)
En la adolescencia el móvil se convierte en un instrumento de socialización, pero su utilización inadecuada puede originar sentimientos de inseguridad o incluso interferir en el rendimiento académico. Guillermo Ballenato explica que con el móvil al lado, el niño o el adolescente no consigue desconectar ni alcanzar un estado de concentración deseable en el estudio.
Transcurridos ocho años después del gran lanzamiento de la telefonía, y con estudios y estadísticas en mano, la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid desarrollará el proyecto Avanzamos, dedicado a la prevención de la adicción a las nuevas tecnologías en centros escolares. Una medida más para evitar los factores de riesgo de enganche y promover buenos hábitos a través de la educación.
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